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Camelia, la flor gallega.


Cuando todo parece dormido en el jardín de invierno, la flor de la Camelia hace su aparición llenando nuestros campos de colores. La Camelia llegó a Galicia a principios de 1800 para quedarse y hoy, es la flor gallega por excelencia. Tanto nuestro clima como nuestro suelo ácido hacen que este arbusto se sienta aquí como pez en el agua. Cuanto más frío, para ella, mejor. También apodada como la reina del invierno, según la vas conociendo, quedas prendado de su majestuosidad. Florece, nuestra protagonista de febrero a abril, pero también encontrarás alguna variedad más tardía con la que disfrutar de sus flores durante la primavera.


La Camelia japónica es la especie más conocida para nosotros y hay quien habla incluso, de más de 3.000 variedades de ésta.

Su hoja verde oscuro hace que resalte más, si cabe, su grandiosa flor. Ésta, puede ser sencilla, doble, de color rosa, blanco, rojo y también bicolor. Un espectáculo digno de admirar entre nuestros paisajes verdes de invierno. Incluso, es bonita cuando la hoja cae y sus pétalos manchan nuestros prados, creando alfombras de colores.




Pero no sólo en Galicia es posible disfrutarla, si le proporcionas los cuidados necesarios, podrás tenerla en tu jardín o terraza, ya que en maceta también tiene un buen resultado.

Debes saber que la Camelia es de crecimiento lento y necesita un suelo acidofólico, un riego constante sin llegar al encharcamiento; procúrale un buen drenaje y sitúala en sombra, en zona norte, para que no se queme con el sol del mediodía. Si sus hojas se vuelven amarillas, probablemente sea por falta de hierro. Ve a tu vivero y pide quelato de hierro. Abónala con abono para hortensias, es ideal para plantas que requieren un suelo ácido. Puedes podar tu Camelia siempre y cuando haya finalizado la floración. En tu vivero de confianza encontrarás diferentes formas: arbusto, arbolito, copa redonda...


Estamos en la época de disfrutarla. Créeme si te digo que no te defraudará. A continuación, te propongo una serie de jardines que puedes visitar para admirarla. Y no sólo a la Camelia, todos estos jardines esconden maravillas que puedes descubrir recorriendo sus senderos. La ruta de las Camelias es bien conocida por todos, yo te traigo mi propia selección y espero que visites alguno- o todos- de los lugares que te propongo. Un buen plan para el fin de semana, descubrir el encanto gallego.


Como punto de partida, te propongo empezar con un buen desayuno en el HOTEL A QUINTA DA AUGA, en Santiago. Si el día lo permite, tómalo en su terraza con camelias florecidas en blanco y rojo intenso. Aprovecha para visitar todo su jardín y pasear bordeando el río Sar. No te olvides de adentrarte en su bosque de Bambúes, lo disfrutarás seguro. Entre agua y piedra te verás inmerso en un mundo diferente, como si de otra época se tratase. Un oasis en plena ciudad de Santiago.


Camelia, Hotel A Quinta da Auga

Camelia, Hotel A Quinta da Auga


La siguiente opción que te propongo es visitar el PAZO DE SANTA CRUZ DE RIVADULLA, en Vedra. En esta joya gallega podrás disfrutar de distintas especies de Camelias y hasta pasear bajo su sombra. Al parecer, las primeras Camelias habrían sido plantadas entre 1780 y 1820. Además de su riqueza arquitectónica, encontrarás un jardín botánico con especies premiadas como su Olivo monumental, que recibió el premio AEMO en 2015. No te olvides de hacer tu propia foto del paseo de los Olivos, unos 500 ejemplares que te dejarán con la boca abierta. Toda la información en:






¿Continúas? Hazlo, no lo dudes. Visita el PAZO DE OCA, conoce el Versalles Gallego y siéntete abrumado por tanta belleza. Verás Camelias y mucho más. Haz todo el recorrido y disfruta de su fantástico lago con cisnes. Adéntrate en su laberinto y admira las diferentes figuras topiarias. Una delicia, te lo puedo asegurar.




Continúa nuestro recorrido en Vilagarcía. Te recomiendo que visites el PAZO DE RUBIANES. Más belleza y más Camelias. Además, aquí, podrás adquirir productos elaborados a partir de nuestra protagonista. Desde un aceite de Camelia, jabón, crema de manos... Aquí el problema será escoger qué te llevas. Puedes hacerte con una botella de un buen albariño, y claro, eso siempre es una gran opción.

https://www.pazoderubianes.com/


Y para fin de ruta el Pazo DE LOURIZÁN, en Pontvedra. Entra caminando entre Camelias y descubre un pazo de estilo modernista que perteneció a Montero Ríos. Un jardín inmenso con especies exóticas, fuentes, invernadero, hórreo; un placer para los sentidos que te dejará con una sonrisa.




Si todavía no estás convencido para hacerte con una,(al menos), aquí te dejo una galería donde deleitarte un poco más. Pincha en la imagen para verla.

Espero que hayas disfrutado este post y que te animes a visitar los lugares que te recomiendo, pero sobretodo, que te animes a tener tu propia Camelia, quizás en un tiempo te veas participando en uno de los muchos concursos sobre Camelias que existen. Nunca se sabe. Nos vemos pronto ;)

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